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MESA REDONDA "RETOS Y PERSPECTIVAS FUTURAS DE LA INVESTIGACIÓN EN ASIA ORIENTAL" EN CASA ASIA-MADRID




Actualmente, una de las cuestiones que más preocupa a los departamentos de Estudios de Asia Oriental es el futuro de la investigación en este aspecto. La continuidad y mejora en la presencia de los estudios asiáticos en las universidades españolas no sólo responde al tradicional interés de impedir una visión únicamente occidentalista del saber, sino también a la cada vez más creciente demanda de los jóvenes por temas orientales en todo tipo de materias académicas. Es por eso que la realización de conferencias y seminarios referentes a estos presentes dilemas suponen una cita indispensable para todo interesado en continuar su formación académica desde España a través de la especialización en algún ámbito de Asia. Por ello, el pasado miércoles 13 de diciembre se celebró en Casa Asia de Madrid una mesa redonda sobre los “Retos y Perspectivas Futuras de la Investigación en Asia Oriental” en colaboración con la Asociación Española de Estudios de Asia Oriental (AEEAO).

Mesa redonda sobre los “Retos y Perspectivas Futuras de la Investigación en Asia Oriental” en Casa Asia de Madrid.

Con la presencia de académicos y especialistas en diversos ámbitos relacionados con la región asiática, se trató de analizar la situación presente en el mundo académico y las posibilidades futuras que acontecerán en la investigación española al respecto. Presentado por la directora de Casa Asia de Madrid, Teresa Gutiérrez del Álamo, la mesa se componía de cuatro miembros de diferentes áreas académicas, como el Dr. Antonio José Doménech, responsable del programa sobre Corea de la Universidad de Málaga y vicepresidente de ADECCE; la Dra. Pilar Cabañas, profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Grupo de Estudios de Interacciones: Asia-Pacífico; la Dra. Taciana Fisac, catedrática y directora del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónomade Madrid; y, como moderador, el Dr. Mario Esteban, también profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.

Las aportaciones de la cultura oriental a Occidente son más que evidentes y, con el transcurso del tiempo, van obteniendo mayor presencia. Año tras año crece el número de especialistas en diversos campos relacionados con Asia Oriental, pero, sin embargo, en los grados universitarios no se termina de implementar este ámbito a los programas educativos, sino que forma parte, más bien, de que la formación venga incitada por el interés del alumno fuera del ámbito de la universidad. Así aseguraba el Dr. Mario Esteban, que no dudaba en resaltar "la gran complejidad a la que se enfrentan para desarrollar esta disciplina y, a su vez, influir en otras materias" con el fin de afianciar su presencia en el mundo universitario.

Según el Dr. Antonio José Doménech, los estudios sobre Corea son los más afectados frente a los de China o Japón, a lo que se une la necesaria labor de desarrollar este campo académico en los países de habla hispana, ya que el avance en el mundo académico anglosajón es mucho más destacado desde hace ya varias décadas. En los últimos años, la diferencia con otros países europeos resulta cada vez más abismal y, aunque se ha podido avanzar enormemente en el aprendizaje de idiomas orientales, todavía, a día de hoy, sigue siendo insuficiente, presentándose un camino repleto de obstáculos para todo aquél interesado en llevar a cabo estudios de postgrado o doctorado. Al respecto, la Dra. Pilar Cabañas afirmaba que la siguiente generación ya es capaz de manejar el idioma, lo que "les capacita para poder abordar trabajos de investigación específicos a través de fuentes directas" al igual que traducir textos originales para abrir camino a los futuros investigadores.

No obstante, la Dra. Taciana Fisac apuntaba que, a pesar de ser un gran avance, la legislación de ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), no valora ni tiene en cuenta este tipo de conocimientos, un aspecto que, en cambio, sí es apreciado a nivel internacional. La intención de este organismo por reducir el personal académico en la región provoca que los Estudios en Asia Oriental se vean, por tanto, enormemente afectados. Las consecuencias de ésto se traducen en la actual imposibilidad de garantizar que estos nuevos especialistas en el campo puedan continuar su labor de investigación en alguna universidad española con el actual sistema de doctorado, puesto que, al haber menos inversión, se crean menos grupos de investigación. 


Intervención del Dr. Antonio José Doménech en la mesa redonda "Retos y Perspectivas Futuras de la Investigación en Asia Oriental”.


Asimismo, la necesidad de publicar en revistas de impacto se enfrenta al rechazo de los medios académicos españoles por este tipo de temas, desvelando una alarmante falta de interés al respecto. La Dra. Taciana Fisac también denunciaba la tendencia que existe al exceso de palabrería, es decir, a "escribir sin tener nada que decir", generando una burbuja entre la escritura masiva y los conocidos escándalos que se han dado dentro de la academia. A ello, también hay que sumar la presión que ejercen las redes sociales, en las que prima el impacto por encima de la calidad investigadora. Por esta razón, es vital reivindicar "más estudio, más investigación y evitar, por encima de todo, tener que escribir sobre banalidades" que no ayudan al avance en cualquier campo.

Por eso mismo, el Dr. Mario Esteban afirmaba que la preocupación, además, ya es extensible a todos los ámbitos, provocando que estos nuevos investigadores se encuentren con una gran cantidad de obstáculos, muchos de ellos aún insalvables, a la hora de encarar su trabajo. Es decisivo que la academia comience a abrir los ojos para ampliar conocimientos, enriquecerse con los diferentes puntos de vista que tenemos a nuestro alcance y dejar a un lado cualquier tipo de miedo a enfrentarse a nuevas cuestiones que esconden grandes obstáculos que se intentan sortear poco a poco con el transcurso de los años. Durante las intervenciones, se señaló fervientemente las continuas intenciones de obtener una mayor presencia a nivel académico, realizándose proyectos, como la colaboración entre las universidades Complutense y Autónoma de Madrid, que finalmente no llegó a buen puerto. Igualmente, el Dr. Mario Esteban inyectó cierto optimismo a la sesión, agregando que "la sociedad actual cada vez es más consciente de la pluralidad", de ahí que se haya producido una creciente demanda de estudios asiáticos en el campo de las humanidades, lo que puede ayudar a que se pueda tener más presencia en otras materias.


RETOS DE LOS ESTUDIOS DE ASIA ORIENTAL

Aprovechando este creciente interés de las nuevas generaciones por Asia, se deben presentar estos estudios de forma atractiva para los alumnos. Sin embargo, es muy difícil poder apoyar a los jóvenes investigadores y, en bastantes ocasiones, "el trabajo del doctorando queda prácticamente en el olvido para la academia", como afirmaba la Dra. Pilar Cabaña. El contacto con otros investigadores es crucial, tal y como se lleva a cabo con la iniciativa del seminario “Doctorarse con Temas Asiáticos” que celebra anualmente el grupo de investigación GEINTEA (Grupo de Estudios deInteracciones: Europa-Asia) de la Universidad Complutense de Madrid. Del mismo modo, la falta de organización y el total desconocimiento en el seguimiento de los becarios sólo vienen a favorecer la dispersión de los investigadores en este terreno.

También fueron dignos de mención los programas de ayudas procedentes de la región asiática, que, a pesar de apoyar el desarrollo de estos estudios en España, han provocado una gran “fuga de cerebros”, investigadores que completan su trabajo en estos países, pero que, por desgracia, no regresan y, en caso de hacerlo, "suele ser por asuntos personales en la mayoría de los casos", según indicaba el Dr. Mario Esteban. A su vez, actualmente, la universidad española no es capaz de responder a la llegada de alumnos procedentes de China, Japón y Corea como parte de ese esfuerzo por internacionalizar la formación, precisamente por su tradicional omisión de esta región en cualquiera de las materias de enseñanza, centrando siempre el foco en Occidente.

El traspaso al plan Bolonia también ha sido totalmente negativo, cerrando aún más el campo de los estudios de Asia Oriental con la eliminación de la libre configuración, en la que se permitía a los alumnos explorar nuevos conocimientos independientemente de la rama académica a la que pertenecieran. Las universidades en las que se imparten grados relacionados con estos estudios se enfrentan a un mayor número de alumnos con los mismos recursos que ya se tenían en el plan antiguo, imposibilitando una educación que asegure la máxima calidad posible. Por tanto, los retos que se presentan en el futuro son realmente problemáticos si se continúa con una dinámica que no favorece tanto a los alumnos como a los especialistas. Asia cada vez tiene más presencia en Occidente, pero España parece no estar preparada para cubrir una necesidad que ya es inminente, a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI. No obstante, y, aunque aún queda un largo camino que recorrer, estas nuevas generaciones pueden lograr estabilizar unos estudios que son indispensables para enriquecer el ámbito de la investigación, especialmente en el mundo hispanohablante.

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